Aparentemente esta pregunta parece tener una respuesta muy simple, sin embargo, en la práctica no es tan sencillo de definir. Para empezar, por el momento no existe un umbral de valores de resistencia de puesta a tierra estandarizado que haya sido reconocido por todas las agencias normativas; por este motivo, los códigos eléctricos de cada país han adoptado criterios diferentes por lo que las exigencias en cada país pueden ser distintas.

A tener en cuenta

La NFPA y IEEE establecen que un buen valor de resistencia de puesta a tierra es aquel menor a 5Ω. Este valor puede ser tomado como un criterio válido a la hora de evaluar cualquier sistema de puesta a tierra.

En el Perú, el Código Nacional de Electricidad – Utilización (CNE) en la regla 060-712 establece que el valor de resistencia de puesta a tierra convencional de un solo electrodo no puede superar los 25Ω. De esta regla se podría deducir que aquella medición menor a 25Ω será un buen valor de resistencia de puesta a tierra; sin embargo, esto no es del todo correcto ya que cumplir con lo que estipula la norma no significa necesariamente que el valor de resistencia de puesta a tierra sea el óptimo. Por lo tanto, -y teniendo en cuenta el valor de 5Ω que recomienda la NFPA y la IEEE como indicador de un buen sistema de puesta a tierra -mientras más bajo sea el valor de la puesta a tierra mejor será su desempeño.

Además, el CNE establece que para aplicaciones específicas como las subestaciones eléctricas. El valor máximo permisible de la resistencia de puesta a tierra será determinado en función de las corrientes de falla. Para el caso de centros de control, CNE exige valores de resistencia de puesta a tierra menores a 1Ω.

Conclusión

Se debe procurar tener valores de resistencia de puesta a tierra lo más cercanos a 0Ω. Basados en nuestra experiencia, un muy buen valor de resistencia de puesta a tierra para la mayoría de aplicaciones convencionales y sistemas de información es aquella que está por debajo de los 5Ω.

Para aplicaciones muy específicas se debe tener en cuenta las recomendaciones de los fabricantes de los equipos instalados. Asimismo, podemos usar la Tabla 1 como referencia de valores máximos recomendados de resistencia de puesta a tierra.